La batalla de Manila librada desde el 3 de febrero hasta el 3 de marzo de 1945, por fuerzas estadounidenses, filipinas y japonesas, fue parte de la campaña de Filipinas de 1945. La batalla, que duró un mes, culminó en un baño de sangre terrible y la total devastación de la ciudad, fue el escenario de los peores combates urbanos en el teatro del Pacífico, y terminó con casi tres años de ocupación militar japonesa en Filipinas (1942–1945).